FESTIVALES (no todo el monte es orégano)

casual-films-shoot

Y con el cortometraje llegaron las plataformas de festivales, y con ellas los caraduras que han hecho un negocio de ello.

Sí, cada vez son más los festivales fraudulentos que existen en plataformas como Festhome o Filmfreeway, por poner un ejemplo. Se trata de festivales que cobran una tasa por lo general de entre 5 y 20€ para no llamar demasiado la atención, y que en muchos casos no se proyecta corto alguno, o en su defecto se hace una proyección justificada en alguna casa de cultura de la localidad o el bar de un amigo. De esta forma queda justificado el cobro, y con la mención de los seleccionados en una Web basta para lucrarse mensualmente o incluso semanalmente.

Un festival que se hace mensualmente y cobra, es para desconfiar de él. Aprovecharse de las ilusiones de los cortometrajistas (en la mayoría de los casos novatos) es tener mala leche, pero claro, la pela es la pela, y frente a eso la desconsideración debe ir por bandera.

Las plataformas investigan los festivales para ver si son fraudulentos, pero consideran que una Web, y una proyección lo justifican, cosa que no basta. Los festivales deberían estar garantizados, empezar a controlarlos y que realmente merezcan la pena.

A estas alturas hay supuestos festivales que desprestigian más que otra cosa, para los festivales reales y sus seleccionadores, son ya conocidos los “laureles” de cada uno de estos fiascos, y por consiguiente la imagen del cortometraje queda en entredicho, llegando a tener prejuicios sobre dicho trabajo.

150915160516_tecnologia_estafas_redes_sociales_fraude_624x351_thinkstock

Esto es como todo. Algo aflora y de él se saca la picaresca, pero por suerte estas cosas terminan controladas gracias a la evolución del mismo sector.

Por otra parte el hecho de pagar por entrar en un festival y ser seleccionado, crea una adicción similar al del ludópata: pago, consigo, quiero más.

Cuidadín con esto, no todo el monte es orégano decía el refrán.

Deja un comentario