SINOPSIS
John Wayne Cleaver es un adolescente obsesionado con los asesinos en serie que, pese a sus tendencias sociópatas, hace todo lo posible para no convertirse en uno de ellos. Cuando el frío pueblo del Midwest americano donde vive se ve acechado por una ola de sangrientas muertes, John decide perseguir al culpable, bajo la amenaza de descubrir que él es mucho peor que su enemigo.
Esta película me ha generado mucha curiosidad por el argumento. Se trata de la adaptación de la novela de Dan Wells, esto suele ser un sello de garantía en cuanto a guión se refiere… o bueno, no siempre.
Billy O’Brien adapta junto a Christopher Hyde el guión y lo dirige, a mi parecer, con poco tacto.
Los planos son bastante simples, la producción es notablemente barata, y eso hace mucha mella en unos paisajes maravillosos donde la nieve que envuelve los asesinatos nos recuerda a “FARGO”.
Me gustó mucho el desarrollo del personaje interpretado por Max Records, pero pronto dejamos de centrarnos en él para vigilar a Mr. Crowley, interpretado por el legendario Christopher Lloyd. Es entonces cuando la historia pierde fuerza, y pasamos muchos minutos observando a este individuo que a mi parecer delata demasiado pronto su condición en el film. Unos minutos más de intriga para conocer lo que esconde este individuo hubiera sido más interesante y hubiera enganchado de mejor forma, pero no es así.
La trama es muy interesante como drama, pero en el momento en el que se van tornando las cosas a fantástico/terror, se desmorona, y ocurre que el público que hasta el momento lo veía por su trama dramática, deja de interesarle, y los que esperaban lo fantástico, o bien se fueron hace rato, o han tardado mucho en disfrutar de ello.
En fin, se trata de una cinta entretenida, con una ambientación muy lograda, pero que bajo mi punto de vista, pierde en cuanto descubrimos quien es realmente Mr. Crowley.
La Muvida 